Domingo,
18 de mayo
V Domingo
de
Pascua

«Os doy
un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros»
El amor de Dios manifestado en Jesús resucitado es la
fuerza que mueve a san Pablo y
sus compañeros en aquella primera misión
de la Iglesia, y por este amor soportaron con
perseverancia y alegría todo tipo
de pruebas y persecuciones, pues veían que era
Dios quien actuaba por medio de ellos. Este amor
alimenta la esperanza en un cielo
y una tierra nueva en donde seremos también
nosotros resucitados. El Evangelio nos sitúa ante
las palabras de Jesús durante la
última cena. Son su testamento, y miran
al futuro de los discípulos.
Liturgia y
comentario
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