
«Bendito el que viene en nombre del Señor»
La liturgia de la misa de este domingo, después de haber
conmemorado la entrada de Jesús en Jerusalén, se centra
en la pasión del Señor, ejemplo de una vida sumisa a la
voluntad del Padre. La primera lectura nos presenta la
profecía de Isaías sobre la pasión de Cristo, con el
tercer cántico del Siervo del Señor. El salmo
responsorial es el que Cristo proclamó estando en la
cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado».
Como Evangelio se lee la Pasión según san Mateo; y,
clavado en la cruz, lo aclamamos: «Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre», Dios del universo, Kyrios,
vencedor del pecado y de la muerte.
Liturgia
y comentario