Domingo, 10 de
noviembre
32º Domingo del Tiempo Ordinario
«Esta viuda pobre ha echado más que nadie»
Disponer nuestro cuerpo y nuestro espíritu para aspirar
libremente a lo que le pertenece
a Dios, esta es la generosidad que
se nos pide. La de las dos viudas y
principalmente la de Cristo, que
se ofreció totalmente por nuestra salvación. La viuda
del Evangelio es una excluida en
la que nadie se fija entre tantas
apariencias interesadas que corrompen la fe. Pero Jesús
la mira de otra manera, y la
valora en su intención y en su autenticidad.
Para Jesús, esta mujer lo ha dicho todo porque lo
ha dado todo, por eso es modelo
de fe auténtica. Esta mujer enseña la esencia
de la vida, pues busca la mirada de Dios.
Liturgia y
comentario
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