Domingo,
21 de abril
4º Domingo de Pascua
«El buen pastor da su vida por las ovejas»
La piedra desechada por los jefes del pueblo es ahora
nuestro buen pastor. Él nos ha
hecho hijos de Dios, y nos conduce con
su fortaleza a la asamblea del cielo, a los
pastos eternos, a donde está
nuestro pastor bueno. Jesús se refiere a su entrega en
la cruz usando esta imagen del
pastor y señala así la futura misión pastoral
de sus discípulos, que consiste en entregar la
vida en favor de los hermanos, y
es en esa entrega en donde el pastor siente la
alegría que nace del Evangelio. La Iglesia no
puede hacer nada si Jesús, el
buen pastor, no está en medio. Y los cristianos no
podremos ser un solo rebaño si no ponemos a Jesús
como pastor supremo. Él es el que
trae a las ovejas.
Liturgia y
comentario
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