Domingo,
6 de
julio
XIV Domingo del Tiempo
Ordinario

«Descansará
sobre ellos vuestra paz»
Jesús quiere discípulos austeros para poder servir a
todos: para hablar de él, para hablar como él y
prepararle el camino. Jesús quiere llegar al mundo
entero y necesita obreros para ello. Por eso es
necesario rezar a Dios para que sea él quien llame, pues
si el misionero no se siente enviado la misión será un
fracaso y el misionero un fracasado. Van de dos en dos
para vivir en fraternidad y evitar el peligro del
individualismo que busca protagonismo propio. La misión
nace de la oración de la Iglesia, y sin oración no hay
ni vocación ni misión. Jesús se alegra con estos
primeros enviados porque el Evangelio domina sobre las
fuerzas demoniacas y del mal.
Liturgia y
comentario
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