
«Se arrepintió y fue. Los publicanos y las
prostitutas
van por delante de vosotros en el reino
de Dios»
Dios manifiesta especialmente su poder con el perdón y
la misericordia. Por eso, el Señor enseña el camino a
los pecadores. Y si el malvado recapacita y se convierte
de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no
morirá. Todos somos pecadores y debemos escuchar la voz
del Señor que nos llama a la conversión. Seamos
sencillos y creamos en Jesucristo, nuestro Salvador. Y
tengamos los sentimientos propios de una vida en Cristo
Jesús, dejándonos llevar por la humildad, considerando
siempre superiores a los demás. Él, a pesar de su
condición divina, no hizo alarde de su categoría de
Dios, pasando por uno de tantos
Liturgia
y comentario